La resiliencia de las migrantes climáticas

La ONU estima que el 80% de los migrantes globales que se han visto obligados a trasladarse como resultado de los efectos del cambio climático son mujeres.

Los expertos predicen que este número aumentará a medida que el cambio climático aumente la probabilidad de desastres naturales y haga que partes del mundo sean inhabitables, lo que obligará a las personas a moverse tanto dentro de los países como a través de las fronteras.

En América Latina, los procesos de movilidad humana se verán cada vez más influenciados por estos eventos extremos, siendo las mujeres y niñas una de las poblaciones en mayor riesgo.

“Todas las crisis afectan desproporcionadamente a las mujeres y a los niños y niñas. Los datos de la ONU afirman que el 80% de las víctimas del cambio climático y de los migrantes climáticos son mujeres”, afirmó Betilde Muñoz-Pogossian, directora del departamento de inclusión de la Organización de Estados Americanos, OEA, en un panel sobre migración climática que organizó la fundación VoLo.

De izquierda a derecha: Jarinette Serrano, emprendedora puertorriqueña y Betilde Muñoz-Pogossian, Betilde Muñoz-Pogossian, directora del departamento de inclusión de la Organización de Estados Americanos, OEA.

Jarinette Serrano es una emprendedora puertorriqueña que se vio forzada a emigrar tras el paso devastador del huracán María. Ella señala que lo más difícil de irse fue dejar toda su vida atrás.

“Lo más difícil fue dejar todo lo que uno tiene, dejar la familia y tantas cosas atrás para poder empezar de cero en otro lugar. Eso fue lo más difícil para mí y para mis hijos”.

“Jarinette tuvo que venir aquí por una catástrofe, pero no se pudo quedar en su isla por justicia social y política, por el yugo del colonialismo que ha impedido que la isla se levante por sí sola”, comentó el reverendo José Rodríguez de la Iglesia Episcopal Cristo Rey de Orlando.

“Yo recuerdo a Jarinette porque ella fue a nuestra iglesia a preguntar cómo podía ayudar y se quedó con nosotros trabajando en el banco de comida, trabajando para vacunar gente durante la pandemia, para contribuir y construir una sociedad buena aquí. Tenemos que ver a los migrantes como lo que son: personas con capacidad de resiliencia que han venido aquí para añadir algo, no como personas que lo perdieron todo”, agregó el reverendo.

Rodríguez también reflexionó y considera que estos migrantes perdieron solo sus posesiones, pero no llegaron aquí en cero.

“Llegaron con su persona, con la capacidad de participar, de construir algo nuevo, una resiliencia dentro del nuevo país que les permitió sobrevivir a un huracán con una resiliencia que te dejó sobrevivir a una catástrofe. Levantarte y decidir tomar un avión para decir yo soy suficiente y voy a empezar una nueva vida en otro lugar”.

“En algunas ocasiones las personas comentaban que EE. UU. estaba sobrepoblado y eso no me hacía sentir bien porque me hacía pensar que nosotros estábamos como extras aquí, pero veía también que eso no era impedimento. Tuve que trabajar arduo al principio porque tenía tres niños que mantener. Fue difícil porque el tiempo que tenía que compartir con mis hijos tenía que dedicarlo al trabajo, pero salimos adelante”, dijo Jarinette.

Según la ONU la vulnerabilidad de las mujeres migrantes se debe a múltiples variables, incluyendo las condiciones y normas socioculturales que intensifican la discriminación contra ellas a nivel socio económico e impulsan la violencia. Al encontrarse en situaciones de movilidad como consecuencia de desastres, degradación ambiental y los efectos adversos del cambio climático, las mujeres y niñas corren un mayor riesgo de experimentar violencia basada en género, explotación sexual y enfrentan mayores barreras para encontrar soluciones duraderas a su situación. 

De izquierda a derecha: Jarinette Serrano, emprendedora puertorriqueña; Betilde Muñoz-Pogossian, directora del departamento de inclusión de la Organización de Estados Americanos, OEA; reverendo José Rodríguez de la Iglesia Episcopal Cristo Rey de Orlando; Helea Olea, directora asociada de programas de la Organización Alianza Américas y Carlos Zegarra, director de la organización ambientalista Sachamama. 

“La pérdida que supone para Puerto Rico que todas estas personas tuvieron que irse, es un elemento muy importante de resaltar y entender. Si entendemos cuáles son los riesgos del cambio climático esto puede ayudar a que las personas no tengan que desplazarse”, manifestó Helea Olea, directora asociada de programas de la Organización Alianza Américas.

El informe de la organización CARE, centro de justicia ambiental, llamado “Evicted by Climate Change”, en español “Desalojados por el cambio climático”, describe las causas y consecuencias del desplazamiento inducido por el clima, y cómo la triple injusticia del cambio climático, la pobreza y la desigualdad de género debe abordarse mediante acciones transformadoras: para apoyar comunidades más resilientes y con igualdad de género en entornos sostenibles.

"Este informe nos muestra que el cambio climático exacerba las desigualdades de género existentes, y que las mujeres desplazadas sufren las consecuencias más graves", dijo la secretaria general de CARE, Sofia Sprechmann Sineiro.

Johani Ponce

Johani Ponce es una periodista venezolana radicada en Miami, Florida.

https://jevascombativas.com/autor/johani-ponce
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