Rubi, una tecnología sostenible que convierte las emisiones de CO2 en textiles

Las hermanas gemelas Leila y Neeka Mashouf trabajan con el propósito de crear fibras textiles que consumen mucha menos energía que las de fabricación tradicional

Por Andreína Barreto Jové, Huella Zero

La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Actualmente es la tercera cadena de suministro que más consecuencias negativas conlleva para el planeta a causa de las emisiones de CO2, de acuerdo con un informe de las Naciones Unidas.

Es por ello que las hermanas y científicas estadounidenses Leila y Neeka Mashouf desarrollaron Rubi, una tecnología que busca transformar las emisiones de carbono en celulosa, una alternativa sostenible a la fabricación tradicional de textiles.

Las hermanas recibieron en junio de este año un reconocimiento por la creación de Rubi. Foto: Instagram rubi.earth.

Con esta tecnología producen textiles naturales de calidad y reducen la cantidad de desechos propios de la industria.

“Estamos en una misión para reinventar las cadenas de suministro para ser simbióticos con el planeta. Nuestra visión es un mundo donde la prosperidad humana es positiva para el planeta y en armonía mutua con la prosperidad ecológica”, se lee en la página web de Rubi.

Asimismo, las hermanas gemelas y creadoras de Rubi afirmaron que esta tecnología requiere de 10 veces menos energía que la fabricación convencional.

“Queremos quitar el peso que tiene el CO2 en la atmósfera y así revertir el cambio climático con prácticamente cero utilización de agua. Rubi permite por primera vez tener un sistema de producción que esté en armonía con el planeta”.

¿Cómo funciona Rubi?

Se conoció que las emisiones de CO2 se desvían hacia el sistema Rubi en vez de ser liberadas a la atmósfera. Luego, el CO2 es capturado y convertido en pulpa de celulosa pura utilizando enzimas.

El siguiente paso de Rubi es transformar esa pulpa de celulosa en fibras, hilos y textiles utilizando los mismos procesos en la industria de la moda.

“Utilizamos enzimas seleccionadas de todos los rincones de la biosfera, estabilizadas juntas en un sistema de reactor industrial para catalizar la síntesis de celulosa a partir de CO2. Creemos en el uso de enzimas “libres de células” en lugar del uso de biofabricación basado en células, porque permite que el 100% de la base CO2 se convierta en producto en lugar de los millones de otros productos celulares desperdiciados”, detallaron.

Las hermanas y científicas estadounidenses Leila y Neeka Mashouf. Foto: Instagram rubi.earth.

Asimismo, indicaron que el control sobre el diseño del sistema sin células también permite un mejor flujo a través de la vía para una eficiencia aun mejor.

“Nuestro proceso lleva el carbono en un viaje de transformación, donde una molécula de CO2 se transforma a través de una cascada de reacciones bioquímicas, dando forma y elaborando una por una la molécula base que se polimeriza en largas cadenas de celulosa, que se filtran fácilmente en el otro extremo del sistema de reactor, para ser terminadas en textiles”, agregaron.

Las científicas ganaron el Premio Jóvenes Inventores 2025

Las científicas Neeka y Leila Mashouf recibieron el 18 de junio de este año un reconocimiento por Rubi, una invención que las posicionó en el top 10 de las mejores innovaciones de 2025.

“Esta victoria va para todo el equipo Rubi, y valida nuestra creencia de que un futuro abundante será desbloqueado con métodos de fabricación radicalmente mejores que hacen más de menos, sin agotar recursos limitados de tierras, agua y forestales”, escribieron las hermanas en

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Huella Zero es una agencia de noticias sobre el medio ambiente y el cambio climático

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